Unión Europea y Mercosur
La Unión Europea (UE) y el Mercosur formado por 5 países sudamericanos aspiran a concluir las negociaciones antes de concluir el 2024 para dar luz verde a un acuerdo comercial que lleva décadas de negociaciones, tras haber avanzado en la resolución de los asuntos más espinosos.
La UE y el grupo de Mercosur aspiran a concluir las negociaciones para firmar un TLC que se ha visto en etapas de congelamientos y de varias controversias expresadas por ambas partes, negociaciones que han llevado décadas, tras haber avanzado en la resolución de los asuntos más sensibles.
De todos los países europeos, fue y sigue siendo Francia la que mas objeciones ha señalado, sin embargo, los demás miembros han expresado que el acuerdo comercial “es una necesidad geopolítica y económica “que ya debe concluir.
Los países suramericanos que forman el Mercosur: Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia son muy fuertes en varios segmentos de exportación y sus productos muy solicitados por los países europeos. Con sellar este acuerdo comercial entre estos dos bloques se crearía un mercado de 780 millones de personas y según la Comisión Europea, representaría un ahorro para las compañías europeas de hasta 4,300 millones de dólares anuales en aranceles. El bloque suramericano (los 5 países que lo forman) es receptor de inversiones europeas que ascienden a 360 mil millones de dólares.
Francia y el presidente Emanuel Macron han expresado en varios ocasiones su oposición argumentando que el acuerdo comercial causaría daños medioambientales y sometería a los agricultores a una competencia desleal. En este sentido opositor solo Austria le ha dado su respaldo, apoyo insuficiente para bloquear un tratado que requiere la votación a favor de la mayoría de los 27 países miembros de la UE. Los demás paises miembros desan concluir el acuerdo, aunque sea con el precio de hacer frente a la negativa francesa e insisten en que el acuerdo incluya el compromiso de aplicar el Acuerdo de Paris, en el cual se aprobó que el calentamiento global no supere 1,5 grados Celsius. Alemania en la cabeza de los paises que si desean concluir i firmar el TLC con Mercosur, ha presionado a gavor del mismo, que se selló en 2019, pero se ha quedado estancado. Hay varios argumentos que presentan los defensores de esye tratado principalmente, su rol fundamental de impulsar la economía y el comercio entre las dos entidades, en momentos de creciente tensión a nivel global.
La recién reelegida presidenta de la Comisión europea, Ursula Von der Leyen, ya está comprometida y decidida de llevar a cabo la firma de este TLC. Su encuentro con otros jefes de estado en el marco de la Cumbre del G20 que se llevará a cabo en Rio de Janiero, Brasil, será sin duda un momento clave para limar asperezas y resolver cualquier pendiente para “descongelar” las trabas.
Los miembros de Mercosur creen que detrás de la preocupación de la UE por el medio ambiente hay una cierta tendencia proteccionista. Brasilia mostro su indignación por una carta enviada por Bruselas el año pasado que pretendía añadir compromisos vinculantes sobre le clima y la deforestación. Los puntos de fricción incluyen la ley anti-deforestación de la UE, que entrará en vigor el año próximo y prohibirá la importación de productos cómo la madera, la carne vacuno y el café producidas en tierras deforestadas. Según un funcionario, Mercosur quiere garantías de que la legislación no anulara los beneficios de un acuerdo comercial para sus exportaciones.
Otro asunto que ha levantado polémica es la presión de Bruselas para que Argentina limite el uso de nombres de alimentos con denominación de origen, como por ejemplo el queso parmesano. Su gran comunidad de inmigrantes italianos lleva mucho tiempo elaborando estos productos. Por su parte Brasil quiere que se tomen medidas para proteger su industria automovilística.
Sin embargo, el sector agrícola es el de mas debates y los agricultores europeos rechazan el acuerdo, este año se han registrado protestas masivas a raíz del aumento de los costos, la caída de los beneficios y las nuevas normativas, mientras Bruselas intenta reducir las emisiones de carbono y mejorar la biodiversidad. Aseguran que los productos mas baratos importados de Sudamérica se fabrican con normas menos estrictas que en la Unión Europea.
Por su parte el presidente de Paraguay, Santiago Peña declaró “que no vio mucho entusiasmo por parte de los países europeos para avanzar”, aunque reconoció que la presidenta de Comisión Europea y el presidente de Francia se habían concentrado en las elecciones parlamentarias de la UE y de Francia.
El presidente de Argentina, Javier Milei y la Canciller Diana Mondino se expresaron a favor del acuerdo.
Bruselas dijo que se estaba centrando en “garantizar que el acuerdo cumpla los objetivos de sustentabilidad de la UE, respetando al mismo tiempo las sensibilidades de los europeos en el sector agrícola”.