ONU reporta que la pobreza en Myanmar se duplicará, consecuencia del golpe militar
En reporte especial de la ONU informó que las condiciones económicas y sociales en Myanmar se van a deteriorar durante este año, pudiendo alcanzar niveles de pobreza registrada en el país en 2005.
El golpe de estado registrado el pasado 1 de febrero quitó del poder al gobierno de Aung San Suu Kyi.
Las tormentas políticas y disruptivas que siguieron el golpe de estado en Myanmar pueden acabar con años de progreso y pueden duplicar el numero de personas que vive en la pobreza, alcanzando casi la mitad de la población, según un informe especial de la ONU. Según la UNDP, el Programa para Desarrollo de la ONU, 12 millones de personas pueden cruzar hacia la línea de pobreza, enfrentando se a restricciones económicas, negocios permaneciendo cerrados, como consecuencia de las medidas tomadas por la Junta y las consecuencias de los movimientos de desobediencia social. “El golpe más fuerte afectará la población urbana pobre y las más afectadas serán las mujeres jefas de familia” afirmó Kanni Wignaraja, asistente general del organismo.
El golpe le quitó el poder al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, quién fue detenido junto con otras 3,400 personas. Desde entonces, los militares han puesto restricciones severas al acceso a internet y medidas drásticas y violentas de represión hacia los manifestantes. Se han registrado más de 700 muertes en estos enfrentamientos.
Muchas fábricas, oficinas y bancos han cerrado y el comercio ha sido seriamente afectado debido a los paros en el trabajo y otras disrupciones que se han registrado en puertos, según las declaraciones de economistas y otras personas familiarizadas con la situación en Myanmar. Esto ha empeorado las condiciones ya severas derivadas de la pandemia, en donde la gente ha perdido más de la mitad de sus ingresos. El organismo mencionado dijo que las condiciones pueden empeorar para principios de 2022, a un nivel visto en 2005.
La economía creció rápido después de un golpe militar previo, y cuando se inició una transición parcial hacia un gobierno civil mientras los militares conservaban los ministerios, las industrias clave y también sillas en el parlamento.
Las inversiones extranjeras en la manufactura de textiles, en turismo y en otras industrias han ayudado a crear millones de trabajos, proveyendo apoyos para muchas familias que vivían en las zonas rurales. Sin embargo, este progreso se detuvo, el golpe se sumó a los problemas derivadas de la pandemia. Según datos de la agencia Fitch Solutions, el pronóstico es severo, la economía se contraerá 20% en este año fiscal. La inseguridad alimentaria está aumentando debido a la inflación, mientras la gente batalla para tener acceso a dinero en efectivo y pagar las cuentas, esto porqué los cajeros automáticos ya tienen restricciones en este sentido.
El debilitamiento de la divisa de Myanmar, el Kyat también pone en riesgo la habilidad del país para importar los medicamentos que tanto se necesitan.
Los gobiernos extranjeros y los negocios han puesto presión sobre el general Min Aung Hlaing y otros militares de la Junta a través de sanciones especificas y dirigidas a cortar el apoyo financiero al ejército. También se dice que los militares han dado prioridad a los gastos en armas y operaciones militares por encima de los servicios que se necesitan de manera urgente por parte de la población. Los E.U. han ordenado recientemente sanciones para las compañías que controlan la mayoría de las gemas en Myanmar, las ventas de perlas y jade, aunque una gran parte de este comercio se realiza de manera ilícita.
Hasta ahora, compañías involucradas con la industria del gas natural en Myanmar se han resistido a los llamados para pagar los dividendos correspondientes, diciendo que semejantes movimientos pueden poner en peligro a sus colaboradores y dañar el acceso a la ya escasa electricidad.