Sevilla tiene un color especial

Sevilla

Para muchos, no hay duda de que Sevilla es la ciudad más bonita de España. La capital de Andalucía tiene sobrados motivos para este reconocimiento: su arquitectura de ensueño, su casco histórico lleno de vida, monumentos únicos que mezclan distintos estilos arquitectónicos, una gastronomía espectacular y una vibrante oferta cultural y de ocio.

Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, Sevilla tiene mucho de qué presumir.

Día 1: Explorando el Corazón Monumental

de Sevilla

Comenzamos el recorrido en el Real Alcázar de Sevilla, un recinto amurallado que desde afuera impresiona con su imponente estructura, pero que esconde un auténtico tesoro arquitectónico en su interior. Este palacio medieval, con ecos de la Alhambra, es un imprescindible de la ciudad, atrayendo a más de dos millones de visitantes al año. Su mezcla de estilos mudéjar, gótico, renacentista y barroco le confiere un aire único, siendo además el palacio real en uso más antiguo de Europa.

En su interior, cada sala es un testimonio de la riqueza y diversidad cultural que ha marcado la historia de la ciudad. El Salón de los Embajadores, que fue el salón del trono del Rey Don Pedro I, es quizá el espacio más imponente, con su majestuosa cúpula y sus tres arcos principales. Sin embargo, la magia del Alcázar no se limita a sus interiores: sus jardines, que se extienden sobre más de 70,000 metros cuadrados, son un remanso de paz lleno de fuentes, estanques y esculturas que merecen, al menos, una hora de exploración.

Después de recorrer el Alcázar, nuestra siguiente parada es la Catedral de Sevilla y su icónica Giralda. Esta catedral gótica, la más grande del mundo, fue construida en tan solo 100 años a partir del siglo XV. Con un interior transformado por completo tras su pasado como mezquita, la catedral alberga el espectacular retablo mayor, una obra maestra de la cristiandad que tomó un siglo en completarse. Subir a la Giralda ofrece unas vistas inigualables de la ciudad, y no olvides visitar la tumba de Cristóbal Colón, uno de los grandes tesoros de la catedral.

Para recuperar energías, nada mejor que disfrutar de una pausa gastronómica «a la sevillana». Ir de tapas es un ritual en Sevilla, y locales como el Patio San Eloy ofrecen una amplia variedad de montaditos y tapas, desde las clásicas patatas bravas hasta el cazón en adobo. Sea cual sea tu elección, las porciones son generosas y la experiencia, inigualable.

Termina tu primer día con una visita a la Plaza de España, una de las imágenes más icónicas de la ciudad. Construida en 1929 para la Exposición Iberoamericana, esta obra monumental ha sido escenario de películas y series, incluyendo la precuela de Star Wars. Aquí puedes dar un paseo en barco por sus canales o simplemente disfrutar de la belleza de sus 48 bancos, cada uno representando una provincia de España.

Para el alojamiento, recomendamos el hotel Querencia de Sevilla, Autograph Collection. Situado en frente de la Catedral, ofrece una experiencia de lujo discreto, con habitaciones elegantes, una terraza con vistas a la catedral y un delicioso desayuno buffet con especialidades locales.

Día 2: Vistas y Palacios Históricos

Inicia el día con una subida a la Torre del Oro, una atalaya de 36 metros de altura que domina el río Guadalquivir. Desde lo alto, las vistas sobre el casco antiguo y el barrio de Triana al otro lado del río son sencillamente impresionantes. No dejes de visitar el Museo Naval en su interior, que alberga más de 400 piezas históricas que narran la historia marítima de Sevilla.

Nuestra siguiente parada es el Palacio de las Dueñas, hogar de los Duques de Alba y residencia de la difunta duquesa Cayetana de Alba. Inaugurado al público en 2016, este palacio del siglo XV mezcla los estilos mudéjar, gótico y renacentista, y cuenta con amplios jardines y patios llenos de frescura. Además, aquí nacieron figuras históricas como el poeta Antonio Machado.

Después, sumérgete en el encanto del barrio de Santa Cruz, con sus callejuelas estrechas y llenas de vida, perfectas para perderse entre flores y balcones pintorescos. Antes de explorar más del barrio, haz una parada en el Hospital de los Venerables, donde encontrarás una iglesia barroca de impresionante belleza, así como el Centro de Velázquez, que alberga varias de sus obras maestras.

Día 3: Historia Viva y Modernidad en Sevilla

Comienza tu último día en la Casa de Pilatos, uno de los palacios más emblemáticos de Sevilla, con su elegante combinación de estilos renacentista italiano y mudéjar andaluz. El patio interior, decorado con mármol y yeserías, es una joya en sí mismo, y el palacio alberga una impresionante colección de esculturas y bustos.

Después, visita uno de los hitos arquitectónicos más recientes de la ciudad: Las Setas de Sevilla. Inaugurada en 2011, esta estructura de madera, la más grande del mundo, ofrece unas vistas de 360 grados de la ciudad que te dejarán sin aliento. A pesar de la controversia que generó su construcción, hoy en día es uno de los puntos más visitados de la ciudad.

Por último, cierra tu recorrido con una visita al Palacio de la Condesa de Lebrija, donde los suelos de mosaico romano, con más de 2,000 años de antigüedad, son su principal atractivo. Este palacio del siglo XVI alberga también una increíble colección de arte y antigüedades que te sumergirán en la historia de la región.

Para relajarte tras un intenso recorrido cultural, nada mejor que un paseo por el Parque de María Luisa, a solo 15 minutos a pie de la Catedral. Si aún tienes energías, puedes visitar el Museo Arqueológico o el Museo de Artes y Costumbres Populares, ambos dentro del parque.

Así es como Sevilla, con su mezcla perfecta de historia, arte y cultura, se convierte en una experiencia inolvidable para cualquier viajero.

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