Después de una larga espera de mas de 20 meses, finalmente, el último obstáculo fue superado, es decir el parlamento húngaro finalmente aprobó el ingreso de Suecia a la Alianza Noratlántica. A partir de este 7 de marzo Suecia se convierte en el 52 miembro de la Alianza Atlántica, logrando superar los dos obstáculos que sometieron al país escandinavo a una larga espera, nos referimos al voto de Turquía y de Hungría, cada uno de ellos sometiendo la petición a sus respectivos parlamentos para la aprobación.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson está formalizando el ingreso de su país a la OTAN y actualmente se encuentra en una visita en Washington. Con esto, Suecia es la última nación nórdica en convertirse en un integrante mas de la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico del Norte.
Recordemos que en mayo del 2022 a pocos meses después del ataque ruso en Ucrania, tanto Finlandia como Suecia solicitaron el ingreso a la Alianza, y las autoridades del organismo le aseguraron a Suecia, que su ingreso sería el más rápido de la historia. Bueno, no fue exactamente así.
Para Finlandia el ingreso fue más rápido, consiguiéndolo en abril de 2023, es decir 11 meses después de enviar la solicitud. Suecia estaba esperanzada que su ingreso fuera también próximo a esta fecha, (del ingreso de Finlandia a la OTAN) pero tenía que resolver y limar asperezas con Turquía (Turquía impuso su veto porque no perdona las relaciones de Suecia con el independentismo kurdo, principalmente con el partido de los trabajadores de Kurdistán, PKK y con los movimientos armados kurdos en Siria, que Turquía combate). Y con Hungría también.
“La ampliación de la OTAN tiene sentido para nosotros en la medida en que se respetan nuestras sensibilidades. Apoyar a la organización terrorista PKK en todos los sentidos y al mismo tiempo esperar nuestro apoyo para entrar en la OTAN, es por decirlo suavemente, incoherente”, fueron las palabras de Recip Erdogan, presidente de Turquía en abril de 2022.
En cuanto a Hungría, este país ha bloqueado la candidatura sueca desde julio del 2022. Víctor Orban, presidente de Hungría, sostuvo que “Suecia ha dicho mentiras descaradas sobre la democracia en Hungría “. El líder húngaro expresó, a principios del 2024, su deseo que el primer ministro de Suecia, Kristersson negocie el asunto y viaje a Budapest. El ministro sueco dijo que lo haría, pero después del voto húngaro a favor del ingreso de su país a la Alianza.
Suecia tuvo que tomar este trago amargo y hasta cierto punto se sintió incomoda, frente a sus vecinos, Noruega y Finlandia. Esperaba que el dúo Finlandia -Suecia lograrían el ingreso en pareja, pero la historia demostró otra cosa.
La oposición tanto de Turquía como de Hungría obligo a Suecia a más de 20 meses de espera, pero lo logró. Este “bloqueo temporal” que enfrento Suecia, para su ingreso a la OTAN, por parte de sus futuros aliados la puso en una posición incómoda, por decir lo menos.
La aprobación del estado turco duro 20 meses y del parlamento húngaro, duró unas semanas más, esfuerzos diplomáticos con estos dos miembros de la alianza fueron necesarios para acelerar el proceso. Estados Unidos jugó un papel determinante.
Anteriormente Suecia había concertado múltiples acuerdos bilaterales de seguridad con países de la OTAN a lo largo de los años, basándose en su intención de quedar fuera de una alianza militar, pero ninguno de ellos tenia la naturaleza vinculante de la garantía del Articulo 5 de la OTAN de “todos para uno y uno para todos”. Cabe destacar que para la mayoría de la población sueca no resultaba atractivo la adhesión a una alianza militar, pero esta opinión dio un cambio radical cuando Rusia inicio su guerra contra Ucrania. A ello se sumó el vecino país de Finlandia, quien desde muy temprano dijo que ya no perdería el tiempo y buscaría lo antes posible su ingreso al organismo.
La opinión de Oscar Jonsson, experto en política exterior y estudios de seguridad, el “estatus especial” de Suecia hacía tiempo que había desaparecido, tal cual.
Aunque hubo opiniones en contra de la adhesión a la OTAN con el argumento que su ingreso acabaría con el muy preciado “estatus de país neutral”, en realidad los contra argumentos abogaron que el “cambio mayor “en el país escandinavo sucedió en 1995, cuando Suecia decidió unirse a la Unión Europea, “ya que la UE tiene autoridad supranacional y puede crear sus propias leyes, lo que afecta la manera de vivir en Suecia, de una manera más tangible”.
En cambio, la OTAN realiza todas las acciones en consenso con sus miembros, y no afecta la autoridad y las leyes suecas.
No hay duda de que el ingreso de Suecia a la Alianza Atlántica refuerza el organismo y su presencia en el Ártico, donde Rusia tiene su “establecimiento militar más sensible, sus misiles balísticos, sus bombarderos estratégicos y el lugar de donde realizan muchos experimentos militares” dijo Oscar Jonsson.
Suecia contribuir a, según el Centro Wilson, con sede en Washington tres grandes aportaciones: primero, la industria de defensa sueca, con gran importancia en Europa que produce “sofisticados equipos”; segundo, “el alto nivel de competencia tecnológica del sector privado sueco”; y tercero la gran Fuerza Aérea sueca, la mayor entre los países nórdicos y de las mas poderosas en Europa.